El territorio donde actualmente se ubica Cosalá, estuvo ocupado por pueblos prehispánicos principalmente por los grupos indígenas Tepehuanes, Acaxees y Xiximies; testimonio de esta civilización lo encontramos en diversos petroglifos y pinturas rupestres que se pueden apreciar en varias regiones del municipio. En ruta contraria a la peregrinación azteca, llegaron los españoles acompañados de nativos aliados, y en agosto de 1531 hallaron un bello lugar llamado Quetzalla o Cozatl, “Lugar de bellos alrededores” y “Lugar de Guacamayas”, en el cual inmediatamente pudieron constatar la existencia de una gran riqueza mineral.
Cosalá conserva intacta su traza urbana en forma de plato roto, la forma y ancho de sus calles y banquetas así como la altura de estas últimas, no ha sufrido modificaciones. Su arquitectura a nivel de fachadas e interiores se conserva en más del 90% y se están realizando trabajos de rescate en búsqueda de alcanzar un 100%.
La arquitectura de Cosalá surge de la naturaleza y se integra perfectamente a ella, con patios interiores y gruesos muros de adobe que representan la solución al problema del clima, ya que durante la época de verano e invierno son espacios con una temperatura agradable. La arquitectura de Cosalá no solo se integra al medio natural, sino que surge y es parte de él.
Uno de los enigmas de Cosalá es la presencia de fantasmas en muchos de sus vetustos edificios. Así lo señala la tradición oral que a través de los siglos ha venido señalando los lugares de las apariciones y los detalles de los mismos.
En Cosalá existen atractivos históricos, culturales y naturales, algunos de los principales son en el Centro Histórico la zona de Monumentos, El kiosco, la Plaza de Armas y el Templo de Santa Ursula, la Capilla de la Virgen de Guadalupe, el Convento Jesuita, el convento Franciscano, la Casa del Palacio Federal en la época de la Reforma, La Chinche, el Callejón Luis Pérez Meza, exquisito rincón colonial, La Quinta Minera representativa de lo más lujoso de la época y el Palacio Municipa. Así como la iglesia de San Francisco Javier, La Capilla de Guadalupe, la Parroquia de Santa Ursula.
Cosalá cuenta con varios balnearios que por su belleza son inolvidables; uno de ellos es “Vado Hondo”, a 15 kilómetros de Cosalá, es un hermoso lugar para recrearse disfrutando de una cascada y un lago entre profusa vegetación, ideal para pasar un día de campo. Si se desea practicar la pesca deportiva, a unos 20 kilómetros de Cosalá, se encuentra la presa “José López Portillo”. Para los amantes del excursionismo se encuentra “La Gruta México”, capricho de la naturaleza, se localiza al noreste de la cabecera municipal, en la parte alta del cerro de el “Palmar de los Fonseca”. Hacia el norte de la cabecera municipal se encuentra el poblado el “Cajón de Tapacoya”, donde existen inscripciones de petroglifos de culturas ancestrales. Los distritos mineros de “Guadalupe de los Reyes” y de “Nuestra Señora”, son una razón más de interés turístico.
Cosalá se caracteriza por poseer una diversidad de manifestaciones culturales que son resultado de su historia centenaria, del fruto de su mestizaje y del esfuerzo de su gente por conservar las costumbres de sus antepasados. Una de estas expresiones es el espectáculo del que se puede participar año con año en la víspera del día de la Virgen de Guadalupe, cuando miles y miles de velas son encendidas y colocadas en las banquetas de las calles, en puertas y ventanas, para delimitar e iluminar el paso de la virgen por las serpenteadas calles de la ciudad.
Otros eventos de trascendencia son el 24 de junio, Día de San Juan, el Día de Santa Ursula, Patrona de Cosalá, el 13 de marzo fecha de su fundación, los días de difuntos, el día de las madres y las fiestas patrias, son igualmente eventos en los que se desborda el entusiasmo.
La artesanía de mayor tradición esta representada por la talabartería, actividad que por siglos se ha venido realizando y perfeccionando principalmente en la vecina comunidad de El Rodeo. También en la misma comunidad, existen talleres domésticos donde se elaboran hamacas, bolsas y otros artículos de fibra de ixtle.
La gastronomía cosalteca es rica y variada, destacando las moliendas de caña con todos sus subproductos, la elaboración de conservas de frutas, pan, empanadas, dulce de leche, machaca, chorizo, queso, tamales y guisos regionales, que resultan una delicia al paladar y que pueden ser saboreados en los restaurantes y demás sitios de venta de alimentos.
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