Primero, nos dirigimos de Cancún a Nuevo Durango, una población que se localiza en el límite entre Quintana Roo y Yucatán, para dar un paseo bajo la tierra en la caverna Tumben Kuxtal (que significa nueva vida en maya). Las cavernas son generalmente encontradas por la gente de la región, la mayoría accidentalmente, la que visitamos no es la excepción, así que mientras caminábamos selva adentro, nos mantuvimos bastante entretenidos con la exhuberancia del paisaje y escuchando cómo descubrieron esta maravilla subterránea. Tumben Kuxtal se encuentra a poco más de un kilómetro de la estrecha carretera que conecta Nuevo Durango y otros pueblitos con Nuevo Xcan y Cobá. Para llegar a ella, los guías locales nos condujeron a través de un sendero mostrándonos algunos detalles de la selva donde crecieron. En la cultura maya, naturaleza y cultura son casi un mismo concepto y así se ve en todas partes: usos medicinales de algunas raíces, pero también están las palmas que usan para construir los techos de sus casas y así muchos más ejemplos. El paseo duró aproximadamente 20 minutos.
Con los ojos cerrados
Una vez en la boca de la caverna, un techo de palma sirvió para protegernos del sol mientras se preparaban arneses, cascos, guantes y lámparas. El descenso a la cueva se hace por medio de rappel solo o con los guías que lo bajan como si de un elevador se tratara. Doce metros abajo, tocamos el piso y conforme las retinas se acostumbraban a la oscuridad, fuimos descubriendo una enorme cavidad con miles de estalactitas y estalagmitas, raíces petrificadas y cavidades de formas increíbles. El recorrido por la cueva duró aproximadamente una hora a través de túneles y estancias. Se requiere un poco de escalada y en ciertos puntos, el techo se reduce un metro escaso de altura. La sensación después de un rato, sentados en un piso de fina arena, es la de estar en un mundo muy diferente al que habíamos dejado arriba.Los guías de Nuevo Durango nos invitaron a conocer la oscuridad absoluta, apagando las lámparas para encontrarnos con nosotros mismos. Nos dijeron que ese momento sirve para reflexionar y tomar perspectiva de cuestiones personales, aunque insistieron en que reflexionáramos también sobre la relación que cada uno tiene con la madre naturaleza, ya que estábamos en uno de sus templos. Al regreso, era confuso si lo que habíamos vivido había sido un paseo bajo la tierra o un paseo por otra dimensión. Lo que sí asimilamos fue que la experiencia resultó única, renovadora y, aunque no lo parezca, relajante.
Para personas que no quieren hacer rappel o que no disfrutan tanto de los espacios reducidos, también está la Cueva del Tepezcuintle, una paseo muy parecido, pero con un nivel de dificultad menor. En cambio, para los aventureros sin límites está la Cueva del Agua Escondida, un sistema de túneles y cavidades mucho más complejo donde se exigen niveles de escalada y rappel avanzados.
Una comida entre amigos
Hambrientos, regresamos al pueblo, directo a casa de la familia Poot Hau. Don Manuel, su esposa y sus hijos estaban preparando un pib, un horno maya excavado en la tierra donde cocinan todo tipo de carnes y verduras. Mientras esperábamos a que se cocinara el pollo, conversamos con Manuel y sus hijos, quienes alegremente nos mostraban a sus animalitos: gallinas, perros y hasta venados son sus compañeros de juego. Finalmente la comida estuvo lista. Un delicioso pollo pib nos esperaba en la mesa, mismo que devoramos acompañado de salsa y tortillas hechas a mano. Todo, cocinado de ese modo, nos supo delicioso, además, la compañía y el ambiente nos hicieron sentir parte de la comunidad por un rato; fue quizás el momento donde vivimos la verdadera cultura maya actual, por lo que nos sentimos muy afortunados.Punta Laguna
Es un pueblo a orillas de un laguna que lleva el mismo nombre. Punta Laguna y sus alrededores fueron declarados Santuario del Mono Araña y son parte del Área Natural Protegida Otoch Ma’ax Yetel Kooh (La casa del mono araña y el puma). El pueblo está formado por apenas 20 familias que se dedican casi por completo a la atención de turistas. La agregación de mono araña en este lugar es quizás la más importante conocida en la Península de Yucatán. Además, se encuentran varias familias de saraguatos. La exuberancia de su selva y la diversidad de flora y fauna hacen de Punta Laguna un lugar privilegiado.Los guías locales nos llevaron a través de la selva en busca de los monos araña. Lo único que hay que hacer es guardar silencio y ser testigo de escenas tan cotidianas como el abrazo de una madre a su bebé o el juego entre dos jovencitos saltando de rama en rama. A través de los laberínticos senderos de la reserva, el guía nos condujo a una laguna cristalina, de agua totalmente transparente y enmarcada en un escenario incomparable.
Para terminar la visita, un refrescante chapuzón o un paseo en canoa para descubrir algunos rincones de este paraíso.
Informes y reservaciones
Red Comunitaria de Turismo Alternativowww.puertaverde.com.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario