Una ruta clasica para usar el Tufesa Platinum es la Hermosillo a Tijuana, una vez mas fue la elegida para disfrutar de uno de los mejores servicios de transporte terrestre en Mexico. En la terminal de hermosillo un poco de fila habia en la fila de la taquilla, busque informacion en los carteles de horarios y salidas pero me confundieon tantas columnas con numeros y tipos de boletos. Asi que opte por esperar a que me atendiera una guapa señorita para que me orientara en el dilema de la hora de salida. Afortunadamente ademas de bella fue muy cordial tomandose todo el tiempo del mundo para explicarme los horarios. Mas feliz el hecho de que aceptaban tarjetas de todo tipo.
Mas tarde acudi con la maleta a la terminal gustoso de poder disfrutar una vez mas del servicio Platinum, mientras esperaba navegue un poco en internet en la sala de espera, gracias a que hay un enchufe no muy lejano de las silla, ademas hice caso omiso del letrero que justo debajo dela señal de WiFi dice "aqui no es cafe internet"
El autobus partio puntual de la terminal, en sus comodos asientos pude al fin descansar del fatigante trabajo del dia, de inmediato puse una pelicula de estreno en la pantalla individual, que bien se siente estrenar audifonos, excelente idea de que te los proporcionen en la caja del lunch box, asi se reduce el riesgo de enfermedades en los oidos. La caja del lunch ademas contenia sandwich, chocolate, papas fritas, agua y una soda bien fria.
Tambien es estupendo que cuente con dos sanitarios y cafeteria abordo ademas del servicio de enchufes electricos y WiFi, que son de extrema ayuda, gracias a esos sistemas pude enviar un buen reporte a mi jefa, relajado con un cafe, con comodidad desde mi lap conectada a internet por el modem del autobus, mientras al mismo tiempo veia en la pantalla individual una buena pelicula.
Lo mejor de esa ruta es que no hace escalas mas que en Mexicali, que es algo muy bueno, puesto que otras lineas no dejan de parar en todo el camino en cada poblacion que encuentran.
Tufesa Platinum un autobus del que en Tijuana siempre me cuesta decirle adios, deja en uno la sensacion de amarlo por siempre.
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